miércoles, 15 de febrero de 2012

"Tiempos de descuentos"

Kitty lleva días con algo de tos, me preocupa que sus años de vida, le estén empezando a pasar la cuenta. Son ya mas de trece años. El tiempo se ha llevado su audición, mi pequeña compañía está media sorda, camina afirmándose en sus patas traseras, tiene la vista a medias menos en sus ojos, pero aún puede ver. Claro que me ve, sobre todo cuando saco algún durazno del refrigerador, o quizás sea su olfato que lo huele desde su cama. Le encanta la fruta. Hoy la llevamos a su control veterinario a la clínica del Dr. Mauricio Chepillo, quién la examinó, encontrándola bien para su edad, y me recomendó que la vea en forma urgente un cardiólogo. Encontré que fue consciente al cobrarme la consulta. Acostumbro hacerles exámen de pérfil bioquímico ($12.000), como para saber a que atenerme en caso que algo ande mal. Asi que de pasadita, le sacó sangre para su examen. Su corazón a la edad nuestra debería tener alrededor de 91 años se me da, está viejita mi niña, es la bendición que Dios me dió para que me acompañara en mi vida.

Hoy fuimos a buscar el resultado del examen del pérfil bioquímico. No muy buenas noticias, según el veterinario hay deficiencias en su corazón, recomienda que es urgente que la vea un cardiólogo. El mismo me recomienda al Dr. Victor Pérez, el exámen vale alrededor de $ 35.000
Me siento ignorante.
No se nada de cardiología en perros, me meto a internet a buscar si encuentro algún antecedentes que me pueda llevar a su número celular, pero no hay caso.
Empiezo a llamar a las clínicas veterinarias mas conocidas, la que menos cobra pide $ 70.000, me la cuentan como si fuera un premio que me van a dar. Así de simple son los exámenes para perros, cual de todos ellos cobra mas caro, casi es lo mismo que la salud humana. Compra huevo, a la otra esquina.
Sigo preocupada y a la deriva.

Al día siguiente:
Alguien me recomienda otro médico veterinario, este va a la casa hacer los exámenes, todo me sale alrededor de $ 45.000, por lo menos está mas a mi alcance. Si hay algo que yo he gastado es en perros, en su alimento y cuidades.  El médico se llama Victor Pérez, lo llamo y viene hoy. Genial me digo.

Vino el médico, llega en auto, trae su maletín, se ve hosco, como muy frío, pero ya está.  Enchufa su maquina, la encuentro pequeña para ser tan cara. Entre mi esposo y yo tenemos a Kitty. Realiza el exámen, me dice que mi perra esta muy sana del corazón para la edad que tiene, que el recomienda hacer otro exámen al útero.  Kitty no está esterilizada, nunca se cruzó, sus ciclos los vivía normales, jamás dió problema alguno, todo lo contrario, ella se preocupaba de su cuerpo siguiendo su instinto.

Me sugiere hacerle otro exámen, una ecografía. Se la realiza.  Su diagnóstico fue piometra. Ahi comienza mi drama.  Le pago al médico alrededor de $ 60.000 por ambos exámenes, en media hora, y se retira quedando de mandarme la boleta por sus servicios a mi correo, la que nunca llegó.

Llamo a la clínica de Bernardo Casanova, quién era uno de los médicos confiables que alguna vez les tuve a mis perros.  Me dice traémela mañana en ayuna.

Ahí estaré.