A lo mejor tu también la recuerdas, ella es mi Kitty Mesua el año pasado tuvimos el privilegio de verla cumplir quince años junto a nosotros, quince años durmiendo a mi lado. La verdad que el año pasado pensé que no llegaríamos a esta fecha, ha sido un año difícil, viéndola que cada día es un día menos de disfrutarla, pero también un día mas para agradecer. Año que he pasado uno que otro susto cuando cae como pollito sin ánimo de nada, pensando que se puede enfermar, y vuelve a levantarse, se vuelve a recuperar. Otro año pensando que en cualquier momento partirá. Dicen que hay que aprender a desprenderse de todo lo que nos rodea, que difícil es para mí. Ya debería estar acostumbrada, pero aun cuesta masticarlo.
Mi niña hermosa, está ciega y sorda, pero aun camina, estos últimos meses le ha dado por caminar a horas que los demás duermen, nos turnamos para acompañarla. Hay días que no quiere comer, solo duerme, duerme, y duerme, entonces me preparo sicológicamente para enfrentar ese acontecimiento a sabiendas que tiene que pasar. Su cuerpo frágil se deteriora cada día que pasa. Pero hay otros en que se levanta con ganas, de caminar, comer y sentir. Sentir que me tiene cerca, que la puedo abrazar, morder, y le encanta sentir que le muerdo sus cachetitos delgados. No le gusta mucho la comida que por recomendación veterinaria debe comer, aunque a pesar de ser pequeña, debo picarsela, un tanto remojada, poco dientes le quedan, con mayor razón, pero échale una cucharada de atún, leche cultivada o yogurt, le hace chupete, mi pequeña se lleva por su naríz, su sentido el olfato es hoy el mas importante. Hay veces que amanece con muchas ganas de comer, sabe en que lugar puede haber un pellet rezagado por ahí que queda en los demás platos, los busca por toda la casa, y cuando ya su cuerpo no se puede sostener, cae al suelo, si no la vemos, ahí cae dormida, la trasladamos a su camita comoda, donde vuelve a dormir. Asi pasa su vida, entre comer, caminar, dormir, orinar y defecar. Tiene los típicos achaques de anciano, hay que pensar que son hoy dieciseis años de vida. Ni siquiera tiene carnet para hacerle una friega en sus huesos, pero están mis manos para reanimarla cuando le dan calambres a sus patas, o para levantarla cuando se cansa y cae al suelo. Hoy mi amada Kitty está cumpliendo un año mas de vida, son dieciseis años en nuestro mundo, entregándonos todo su amor incondicional, alegrándonos la vida a cada segundo.
"Feliz Cumpleaños Kittyta"
Gracias Kitty por existir, por esa entrega eterna desde principio hasta el último de nuestros días. Mi Kitty sigue aferrada a la vida sin separarse de la muerte. Ambas no existen sin la otra. Por ahora hay que vivir y a concho cada segundo de nuestra existencia.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Te amo Kitty.
Siempre.
Marcela
Ps. : la foto es del cumpleaños anterior, quince años.